Buzo táctico especializado en rescate
Atleta santotomesino se destaca en disciplina acuática
Javier Maillo es subcampeón sudamericano de salvamento acuático y en estos momentos se está preparando para mejorar dicho logro, obtenido el año pasado en la localidad de Tramandaí, Estado de Río Grande do Sul, Brasil.
Nacido en Santa Fe capital el 20 de enero de 1977, el joven Javier Maillo desde siempre vivió en la ciudad de Santo Tomé y actualmente es el subcampeón sudamericano de salvamento acuático; además, es agente de la Policía de la provincia con destino en la agrupación de buzos tácticos de la misma, después de haber formado parte de las Tropas de Operaciones Especiales de dicha repartición (TOE). Actualmente, se prepara con vistas al máximo certamen subcontinental de la referida especialidad, a realizarse en noviembre próximo en San Pablo, Brasil.
A fines de 2005, le llegó una invitación de la Sociedad Brasileña de Salvamento Acuático para participar de las pruebas de rescate, tanto individual -donde fue medalla de plata-, como por parejas -obtuvo medalla de bronce-, en el marco del segundo campeonato sudamericano de la citada disciplina, que a la vez fue quinto campeonato y cuarto simposio brasileño. Estas tuvieron lugar en Tramandaí -también en Brasil-, y en aquella ocasión, además de la delegación argentina, hubo competidores de Uruguay, Paraguay, Chile, Ecuador y de otros países latinoamericanos, como Guatemala, República Dominicana y Venezuela.
Todo un arte
"El salvamento acuático es el arte de rescatar a las personas de las aguas", expresó Javier cuando se le pidió una definición de la actividad en la que se ha especializado. "¿Por qué considero que es un arte? Porque hay una serie de factores y un trasfondo que hacen al rescate de una víctima; no es solamente `agarrar' a la persona de los pelos y sacarla del agua", agregó a continuación el actual subcampeón sudamericano. "Existen técnicas y formas, tanto para buscar como para llevar una persona; así como se presentan ciertos peligros que hay que saber enfrentar para rescatar al individuo que se está ahogando", señaló luego.
Preguntado si el salvamento se realizaba con la indumentaria de buzo, Javier respondió que en la competencia que se desarrolló en Brasil, no, "porque allí se participó solamente en slip de baño, nada más; lo que pasa es que estas competencias también tienen exigencias duras en atletismo, ya que una de las pruebas que se realiza es el duatlón; ahí tenés que correr, nadar y después volver a correr". "Entonces se corre por la arena, luego se nada en mar embravecido y se retorna a la arena; para nosotros, que no estamos acostumbrados a las olas es bastante complicado", describió el rescatista, que luego aclaró: "Ya se hace complicado acostumbrarse al agua salada, por lo que afrontar las entradas y salidas en el mar en tales condiciones es bastante duro". En el rescate, señaló que "las pruebas también se realizan con elementos, como por ejemplo un suncho, que es lo que acá se denomina torpedo de rescate; es el que se sabe ver en las series televisivas o puede observarse que tiene el guardavida en las playas".
Técnicas y tareas específicas
"Algunas de las disciplinas de la prueba se llevan a cabo con ese elemento; en otras, se utilizan las tablas de rescate -un poco más grandes y más anchas que las de surf-, que están provistas de unas agarraderas especiales para poder buscar una víctima, subirla y traerla hacia la costa", explicó luego Maillo. "Asimismo, se hacen otras pruebas en las que se usan el torpedo y una cuerda, donde el competidor trabaja en pareja; mientras uno lleva el torpedo con una cuerda atada a uno de los extremos y llega hasta donde está la víctima -distante a unos 250 metros de la costa-, el compañero lo ayuda a traccionar esta persona hasta la playa", definió después.
Esta última respuesta motivó la consulta respecto de saber si la disciplina del salvamento tiene que ver con lo que es la supervivencia del más apto. Atento a ello, Maillo aclaró que "tiene mucho que ver", aunque "en realidad, las competencias específicas que hacemos son las que llevan técnicas de rescate, que constan en buscar víctimas y traerlas; están apuntadas a la función del guardavida, ya que únicamente los que pueden participar son guardavidas". "Se trata de pruebas de velocidad, por lo que quien la tiene `más clara' entrando al mar y mejor se desenvuelve remolcando al rescatado, es el que más ventajas y posibilidades tiene de ganar, porque no hay que olvidar que esta competencia, que se corre durante tres días, se define por tiempo y sumatoria de puntos", finalizó el destacado atleta.
Detalles de la preparación física
"La preparación es constante, durante todo el año, pero los últimos dos o tres meses son los más fuertes, porque es cuando se empiezan a cambiar las exigencias y a subir el nivel del entrenamiento", expresó Javier con relación a la preparación física que debe llevar adelante para encarar competencias como las que se le avecina.
"Mis jornadas se complementan entre pileta, pedestrismo y gimnasio; voy distribuyendo esas disciplinas durante todo el día. Si hago tren superior o brazos a la mañana, a la tarde solamente hago piernas, es decir corro; lo mismo si ejercito natación, para no sobrecargar los miembros", alegó después, cuando se le requirieron detalles sobre su acondicionamiento físico. "Hay que tener en cuenta que también compito en triatlones y maratones; de todas maneras, en estos momentos me estoy preparando exclusivamente para el sudamericano de salvamento acuático, porque quiero traerme el primer puesto y varias medallas", sostuvo pleno de confianza Javier, quien indicó a este medio que si bien hizo el curso de guardavidas en 1996, "se siente guardavida desde toda la vida", puesto que sus padres también se dedicaron a esta profesión.
Actividades relacionadas
Seguidamente, destacó que -si bien la invitación que en su momento recibió para competir en Brasil se la hicieron en carácter de guardavida-, por su estado policial participó también en representación de la Policía de la Provincia de Santa Fe. Inclusive, para él, esta actividad tiene relación con la función de policía, porque "estamos rodeados por ríos y es ilógico que no se tengan conocimientos sobre rescate o salvamento acuático"; disciplinas que se enseñan en las dos escuelas de guardavidas que existen en la ciudad de Santa Fe, la de la Cruz Roja y la del club Atlético Unión. "Ser buzo táctico, por su parte, me ayuda a desenvolverme de otra manera en el agua y a conocer mis propias limitaciones, porque entonces uno sabe hasta dónde puede llegar y hasta cuándo puede contener la respiración", prosiguió Javier quien, además, en estos momentos está trabajando en conjunto con la Asociación de Guardavidas Argentinos (Epsa), organización especializada en preparar a los ya recibidos. Próximamente, inclusive, iniciará sus tareas la Delegación Santa Fe de Epsa, con él como director regional.
Ariel Durán-Sergio Ferrer
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